7 consejos para la rehabilitación energética de edificios 

Con la crisis climática y el importante alza del precio de la energía y de los combustibles fósiles, la rehabilitación energética de los edificios está en boga y se convierte en una necesidad. Tanto es así que la rentabilidad y la amortización de este tipo de actuaciones está sobradamente probada. 

Todos nos preocupamos de ahorrar en la factura de la luz o en la del gas, bien por la desconfianza hacia las grandes compañías distribuidoras, bien porque buscamos el mismo confort por menos dinero.

¿Quieres saber cómo ahorrar en tu factura rehabilitando tu edificio?

A continuación, te explicaré las medidas más usuales de ahorro de energía en cuanto a la rehabilitación se refiere y que son aplicables en nuestro edificio, vivienda, comunidad de vecinos o de propietarios, negocios o industria.

La apuesta de las administraciones públicas en España, empujadas por la Unión Europea, por la rehabilitación energética es clara. Lleva siéndolo desde la Estrategia 2020, pasando por la Agenda 2030 y terminando en el ‘New Green Deal’. Todas estas iniciativas públicas se traducen, para el ciudadano de a pie, en ayudas y subvenciones para la rehabilitación energética al alcance de cualquiera que quiera afrontar el proyecto de rehabilitación de su vivienda o negocio.

Esto es así ya que, en la construcción y diseño de edificios, fundamentalmente anteriores a 1981, no se tenían en cuenta estas necesidades de ahorro debido al bajo coste del petróleo entre otros motivos. Esta situación ha cambiado con el paso del tiempo hasta el momento actual en el que la legislación y las necesidades de la sociedad giran hacia estándares cada vez más exigentes. Actualmente, existe una gran posibilidad de mejora debido a la introducción de nuevas tecnologías en aislamientos térmicos, iluminación LED, mejora de rendimientos de calderas de condensación, bombas de calor…

 

Consejos para la rehabilitación energética de edificios

A modo de ejemplo, analizaré varias de las posibles actuaciones para el ahorro de energía que se pueden implementar en tu edificio o vivienda, de mayor a menor impacto sobre tu factura energética. Ten en cuenta que cada caso necesita un estudio individualizado para enfocarse en aquélla opción más ventajosa y con mejor rentabilidad. 

1.- Sistema SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior).

Sencillamente se trata de añadir aislamiento térmico por el exterior del edificio. Existen diferentes técnicas y materiales para llevarlo a cabo; aunque lo más habitual es utilizar planchas de aislamiento fijadas a la fachada con tacos y acabado con capas exteriores de revocados o enfoscados que dan resistencia al conjunto. La variedad de acabados, texturas y colores es tan amplia como si de una fachada al uso se tratase. Su precio puede rondar entre los 60 €/m² y los 80 €/ m²

  • Ventajas: Técnicamente es una de las mejores opciones de aislamiento posible. Elimina todos los puentes térmicos y un factor importante es que no reduce la superficie útil de las viviendas al instalarse por el exterior de las mismas. Evita también las humedades en los muros. Mejora también la inercia térmica del edificio manteniendo mejor el calor en el interior.
  • Inconvenientes: Puede no ser válido para edificios protegidos al modificar su aspecto exterior. Depende de que las normas urbanísticas municipales lo permitan debido al aumento de volumen resultante. En ocasiones puede no ser la solución más apropiada al modificar la fachada, como puede ser en aquéllos edificios con fachada de piedra, de ladrillo cara vista, de paneles metálicos o prefabricados, etc. 

2.- Trasdosado interior de la fachada

Consiste en la instalación de aislamiento térmico por el interior de la fachada, habitualmente colocando paneles aislantes térmicos y forrados de yeso laminado o ladrillo hueco. Las posibilidades de acabado son idénticas a las de la situación original pudiéndose terminar con azulejo, enlucido de yeso o pintura.  Su precio puede rondar los 30 €/m².

  • Ventajas: Mantiene la fachada exterior del edificio. No invade la vía pública ni necesita andamios. Es un sistema relativamente barato. 
  • Inconvenientes: Disminuye la superficie útil interior del edificio. Puede no ser lo más apropiado en aquéllos edificios cuya fachada interior tenga unas cualidades estéticas características que se quieran conservar como por ejemplo (fachadas de muros de piedra, de ladrillo visto, de hormigón visto, etc.). Esta solución no elimina los puentes térmicos del edificio. Necesita de una barrera de vapor para evitar condensaciones al interior. Obliga a la reposición de todas las instalaciones afectadas como enchufes, radiadores, fontanería, etc… 

3.- Inyección de aislamiento térmico en la cámara de aire

Se trata de rellenar la cámara de aire existente dentro de la fachada de algunos edificios mediante la inyección o insuflación de aislamiento térmico de diferentes materiales aislantes. Para ello se practican taladros en la fachada al interior o al exterior de la misma dependiendo el caso a partir de los cuáles se procede al relleno de la cámara. Su precio puede rondar los 20 €/m².

  • Ventajas: No reduce la superficie útil interior del edificio ya que simplemente se rellena un hueco interior existente. Es un sistema relativamente barato y rápido.
  • Inconvenientes: Solamente es viable si existe cámara de aire en la fachada y la misma está vacía o no está ocupada por cascotes o residuos de obra (generalmente es viable en edificios antiguos y con muros de carga de piedra o ladrillo, construcciones de escasa entidad, etc.). Esta solución no elimina los puentes térmicos. Pueden existir zonas a las que no es posible acceder y por tanto que queden sin aislar. En algunos casos requieren andamios. 

4.- Aislamiento de la cubierta

Hay gran variedad de sistemas para aislar la cubierta o tejado, técnicamente se pueden dividir en aislamientos por el exterior de la cubierta (similar al SATE) o por el interior (similar al trasdosado). En situaciones con cubiertas ligeras de chapa o fibrocemento se puede sustituir por sistemas a base de panel sándwich con el aislamiento incorporado. Otra solución posible es aislar el altillo o desván bajo cubierta. Realmente, aproximar un precio es complicado y preferiblemente se aconseja estudiar cada caso en concreto.

  • Ventajas: Técnicamente el aislamiento de la cubierta es prioritario ya que es uno de los métodos más efectivos para ahorrar en calefacción porque el aire caliente tiende a subir y se escapará antes por la cubierta que por las fachadas o el suelo. Si hubiese que elegir, sin duda la mejor opción será aislar la cubierta. Si estás pensando en retejar o impermeabilizar el tejado, no dejes pasar la oportunidad de aislarlo.
  • Inconvenientes: A pesar de ser una de las mejores opciones térmicamente hablando, la dificultad técnica y el coste de algunas de las soluciones puede ocasionar una mala amortización de la inversión, es aconsejable aprovechar necesidades de mantenimiento de la cubierta para estudiar y afrontar las obras. 

5.- Sustitución de luminarias

La iluminación es otro de los posibles métodos de ahorro, sobre todo en edificios comerciales, industriales, urbanizaciones o aparcamientos; teniendo un menor impacto en las viviendas. La actuación más común es cambiar la iluminación actual (lámparas incandescentes, halógenas o fluorescentes) por luminarias LED que con su bajo consumo garantizan el mismo nivel de calidad lumínica. 

  • Ventajas: Estos sistemas consumen mucho menos que las luminarias incandescentes o halógenas y algo menos que las fluorescentes. También gozan de una mayor durabilidad.  Resulta muy rentable en aquéllos sistemas que están permanentemente encendidos como iluminación de garajes, expositores, alumbrado público…
  • Inconvenientes: El único inconveniente de la iluminación LED es el coste inicial que se ve compensado a largo y medio plazo.

6.- Sustitución de calderas

A pesar de utilizar fuentes de energía similares como pueden ser el gasóleo, propano o gas natural no todas tienen el mismo rendimiento. Existen calderas con mejor o peor rendimiento y mejor o peor aisladas, habitualmente el rendimiento disminuye con la antigüedad de la caldera. Se recomienda sustituirla a partir de los 20-30 años. Actualmente existen en el mercado calderas con rendimientos muy elevados como son las de condensación. No hay que olvidar otros sistemas como son las bombas de calor aerotérmicas o geotérmicas que ya dejan desfasadas a las calderas de combustión en cuanto a rendimientos económicos. Los sistemas centralizados, como por ejemplo las calderas comunitarias, serán normalmente más eficientes que las individuales.

  • Ventajas: Normalmente, la simple sustitución de la caldera por otra más actual ya es una mejora de calado sin cambiar el tipo de combustible o fuente de energía. Si además es posible, se debe tender a usar sistemas más eficientes y sostenibles como la aerotermia, la geotermia o incluso la biomasa; no sólo por sus ahorros económicos si no porque también son sistemas más sostenibles. 
  • Inconvenientes: El inconveniente de esta actuación no es más que el gasto que supone llevarla a cabo, este coste depende de la potencia de la caldera a sustituir y del tipo de energía que queremos usar. En algunas ocasiones hay que tener en cuenta la posibilidad de almacenamiento de los combustibles en depósitos o situación de las salas de calderas que descartarán algunas de las opciones por lo que se debe estudiar cada caso individualmente.

7.- Mejora o sustitución de huecos (ventanas, cajas de persiana o protecciones solares)

Al contrario de la creencia general, sustituir las ventanas en la rehabilitación energética no tiene un gran impacto sobre la eficiencia energética del edificio. Esto se debe fundamentalmente a que no suelen representar un porcentaje elevado respecto al total de las fachadas. Es decir, como no ocupan demasiada superficie con respecto al total de las fachadas, el calor que se nos escapa es bastante menor. Aunque como es lógico, el ahorro final se incrementará si las ventanas a sustituir son de mala calidad o mala estanqueidad y mejores las nuevas. Otra vía de actuación puede ser aislar las cajas de persiana que suelen actuar como puentes térmicos (vías de fácil escape del calor) teniendo esta actuación un coste bajo. En zonas cálidas se recomienda también la instalación de protecciones solares, como parasoles o celosías, para minimizar la cantidad de calor que entra en el edificio a través de las ventanas y ahorrar en aire acondicionado. El precio para la sustitución de ventanas rondará los 250 €/m² en adelante. 

  • Ventajas: La sustitución de ventanas por otras de mejor aislamiento térmico-acústico y mejor estanqueidad al aire es siempre recomendable. Cualquier vidrio doble con cámara es infinitamente mejor que el vidrio simple. Por supuesto, la rotura de puente térmico, en carpinterías metálicas, del marco de la ventana también es mucho mejor que si este no la tiene. O también, el número de cámaras en carpinterías de PVC. En cuanto a los vidrios, en climas fríos es importante que estos sean bajo emisivos e incluso el triple vidrio y las cámaras con gases nobles son algo a considerar. 
  • Inconvenientes: Es importante conocer qué materiales permiten las normas urbanísticas o los estatutos de la comunidad de propietarios. El mayor de los inconvenientes radica en el elevado precio en comparación con el nivel de ahorro conseguido.

¿Cuáles son las medidas más útiles para la rehabilitación de edificios?

En definitiva, cualquier rehabilitación energética debe ser estudiada de manera individual para cada caso concreto. Conociendo cuáles son los elementos más desfavorables del edificio podremos actuar sobre ellos para proponer la solución más eficiente. 

Siempre hay que tener en cuenta que mejorar el aislamiento térmico y el cambio de las calderas, puede generar una sinergia importante ya que al necesitar menos calefacción podremos irnos a una caldera de menor potencia térmica y por tanto más ajustada en precio. Unas actuaciones pueden por tanto tener influencia en otras por lo que hay que estudiar la rehabilitación como una actuación global sobre el edificio.

Por descontado, el sistema de iluminación no dependerá del aislamiento térmico del edificio. Por tanto, se puede actuar sobre la iluminación independientemente de si hemos aislado el edificio o no y el ahorro seguirá siendo el mismo. Incluso es extremadamente valorable la instalación de un sistema de captación solar fotovoltaica combinado con sistemas de aerotermia o recarga de vehículo eléctrico

Lo más determinante es siempre el aislamiento térmico global de la envolvente (cubierta y fachada), y después los elementos menores de esa envolvente (ventanas, puertas o persianas).